domingo, 8 de mayo de 2011

Marco Teórico - II Parte: Características, causas, tipos

“Muchos son los factores de riesgo suicida en los adolescentes. Desde el provenir de medios familiares desestructurados hasta la presencia de trastornos psicopatológicos como la depresión o el abuso de sustancias, sin olvidar la exposición a situaciones de riesgo suicida, (…)” (Moya, 2007, p. 7).

Las características más comunes son las siguientes:
  • La búsqueda de una solución a un problema que genera un insoportable sufrimiento.
  • La meta común de todo suicidio es la cesación de la conciencia: detener el incesante y atormentador flujo de remordimientos, culpas y vergüenzas.
  • Factor estresante común de cúmulo de necesidades psicológicas frustradas.

Varias características de los suicidos estudiantiles se extrajeron de un estudio realizado en la Universidad de California en Berkeley ( Seiden, 1966, 1984). En comparación con los no suicidas, los estudiantes que cometieron suicidio cuentan con las siguientes caracteríscticas:
  • Tendieron a ser mayores que el estudiante promedio por casi 4 años.
  • Estuvieron sobrerrepresentados de manera significativa entre los estudiantes posgraduados.
  • Tuvieron mayor probabilidad de ser hombres, aunque la proporción de mujeres suicidas fue más alta.
    Por otro lado, así como hay diferentes características, también hay diferentes tipos de suicidio. El suicidio egoísta es el que resulta de la alienación del individuo respecto del medio social. El principal síntoma de este tipo de suicidio es la apatía, que viene dada por una melancolía perezosa y una gran dosis de sangre fría. Además se observa que se da más entre fieles del protestantismo que de otro tipo de religiones (católicos, judíos, etc.); esta inclinación debe estar en relación con el espíritu del libre examen que anima esta religión, ya que al haber menos prácticas y credos comunes, hace a los hombres plantearse muchos temas individualmente.


    El suicidio altruista suele aparecer en sociedades rígidamente estructuradas que interponen un código de deber en sentido grupal al individuo, y hacen del sacrificio por el grupo una exigencia moral. Un ejemplo de este tipo de suicidio es el que cometían los pilotos japoneses (kamicaces) durante la Segunda Guerra Mundial. Otro tipo, es el suicidio anómico, este se da cuando un fallo de los valores sociales lleva a una desorientación individual y a un sentimiento de falta de sentido de la vida. Puede darse como resultado de factores como una guerra, una crisis económica o una rápida movilidad social. Este tipo de suicidio es frecuente en las comunidades sociales cuyos valores y normas pierden fuerza.

    Hay muchísimas causas que pueden llevar a una persona a poner en práctica el acto del suicidio, aunque, a veces, ni siquiera se pueden determinar cuales son. “Se ha constatado la existencia de correlación entre el maltrato en la infancia y la conducta suicida. Además, las conductas violentas en el seno familiar, tanto si el adolescente es testigo de ellos como si es víctima, también presentan (…)” (Moya, 2007, p.7).

    “El método principal en los intentos suicidas es el tóxico, principalmente, el farmacológico, seguidos por los traumáticos y finalmente de la asfixia” (Mingote, 2004). De entre todos los factores que llevan al suicidio, los más comunes son los de pérdida: de la persona amada, del trabajo, de la salud, etc. Un estudio escandinavo reveló que muchos alcohólicos se suicidan durante un periodo de 5 años después de abandonar el hospital y, en la mayoría de los casos, tras la pérdida de su cónyuge o trabajo. (Anónimo).


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